sábado, 9 de julio de 2011
El barco y las pin-up girls
No me animo a llamarte porque esta mañana te temo casi tanto como Kafka a su papá. Te juro preferiría que me pegaras un reto bárbaro al silencio que sé que me vas a propiciar. Como si nada hubiera pasado, nada que fuera "decible", sólo una decepción tal que no puede sino callarse. The Micaela Treatment. Yo te juro que quería ser divertida pero el vino me llevó para cualquier lado me parece. ¿Y fue así nomás? ¿Pasó lo que pasó?¿Posta? ¿Te acompañé a una fiesta copada donde tenía que ser copada y me quedé dormida borracha encima de una mesa o de algo parecido a una mesa? Qué sé yo, tal vez fue que un momento el pelado que de repente tenía pelo (y mirá que para que te quede bien una peluca de elvis de nylon te tiene que quedar muy mal la pelada) me explicó, señalando a un lado y a otro como hacen ahora los videos de las azafatas antes de que despegue el avión, que a nuestra derecha estaba el Musée d'Orsay (que se ocupó de pronunciar muy lentamente) y a nuestra izquierda el Louvre (que aclaró era otro museo) y enseguida agregó: "Et ça c'est la Seine, tu comprends? la fl-eu-ve", insistió con una pronunciación para sordomudos. Creo que eso fue lo que me deprimió. Como ya estaba borracha y el chico hablaba en cámara lenta, yo lo veía todo como en esas películas en las que filman desde la perspectiva de un perro o un bebé, ¿viste? Más tarde no te encontraba, no era lo suficientemente fea como para que Totof me diera bola y del otro chico que me había parecido simpático me acordé recién de nuevo esta mañana, qué tonta, no sé cómo ayer me olvidé tan rápido de mi rol de generala a caballo, se ve que el vino más el espectáculo de danza (che, algunos bailaban muy bien en serio) me obnubiló y de repente me sentía en el Gran Rex, me senté en una sillita a mirar todo como si hubiera pagado la entrada, no me acuerdo mucho más, tal vez la sensación de deambular con vaso en mano de proa a popa a lo flâneur hasta que la mesa me encontró desmayada. Ahí se corta la película. I do recall estar sentada en la vereda con una francesa que se disculpaba una y otra vez por no darnos demasiada pelota y muuuuucho viento en la cara y en las piernas, velocidad, velocidad-miedo y siete pisos. Nada más. ¿Qué nos pasó? ¿Nos divertimos? ¿Vos estabas bien? Mis recuerdos son fantásticos pero I was no Natalia, lo sé. Prometo ser más "fun" la próxima vez. LO JURO. Don't fire me! Please! ¡Otra oportú-nidad, otra oportú-nidad! El barco por momentos se movía y yo sentía el agua abajo de los pies. Mucha chica linda pero ninguna con estrella, todas se volvían un poco fade, como los chicos, sólo resaltabas vos cuando aparecías de repente y en los momentos en los que no estabas, ¿dónde estaba yo?
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