. Ahí acabó mi "trato de silencio" (suena mucho más feo e idiota en español, es más podría ser el superpoder de un superhéroe de una supermala historieta argentina: El Capitán Carmuse le ha aplicado una dosis de su letal Trato de Silencio a su archienemigo el macabro Carpintero Díaz).
Bref, you are not fired baby!!!!!!
Bajón: en la borrachera me comprometí a ir a tomar un café con la versión chamuscada de Reese Witherspoon. Odio el café!
Ahora sí, efemérides: hay mucha más gente de lo que uno cree que se apellida Sardinas. Es la primera vez que me alegra no formar parte de un grupo.
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